Mc. 6, 6b – 13 Jesús envía a los doce

“Mientras recorría los pueblos de alrededor enseñando, llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquél sitio. Y si un lugar no os recibe no os escucha, al marchar sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.”


Comentario y pistas para la oración
Ante el rechazo que Jesús sufre en su pueblo, reacciona marchándose a los alrededores a predicar y también enviando a sus discípulos a predicar. Lo importante es expandir el mensaje del reino, liberar a los hombres, y el que pueda y quiera que escuche, crea y se convierta.
-         Cuando rechazan tu predicación, lo que intentas hacer en tu compromiso diario por el reino ¿qué haces? ¿te hundes, te desanimas, tiras la toalla?

Pero Jesús no actúa así, Él se repone y continua la obra que le ha encomendado su Padre, desafiando el rechazo, la persecución y hasta la muerte.


Jesús advierte a sus discípulos que el rechazo está previsto en esta empresa, y les da la pauta a seguir: “sacudíos el polvo de los pies” este gesto lo hacían los judíos al salir de tierras paganas, para que no se les pegase nada de estas personas que no aceptaban su religión.
-         ¿Qué te parece que quiere decir Jesús con esta expresión? ¿Estarás dispuesta/o   a asumir el rechazo en la misión?
 Jesús envía a sus discípulos de dos en dos, no los envía en solitario. Con esto se remarca el sentido comunitario de nuestra fe, la importancia de la comunión y la solidaridad.
 Uno de los signos de este envío es la pobreza de los que son enviados. Son así, personas dispuestas para el camino, para la misión, además entran en relación con los que los reciben en situación de inferioridad, pues carecen de todo bien material y deben confiarse a los que los reciben. Con este encargo, de presentarse ante los demás desprovistos materialmente de todo, Jesús quiere que sus discípulos dejen de sentirse superiores a los demás, ya que ellos siendo judíos se sentían así, como raza se sentían superiores a los paganos o gentiles. Los discípulos tampoco aceptan limosna, en el texto se ve porque Jesús dice que no lleven dinero suelto en la faja que era lo que los mendigos de la época hacían. De esta manera ante los que los reciben muestran su desprendimiento de todo bien material.
Los discípulos no entendieron el envío de Jesús y no fueron fieles, en realidad no siguieron sus instrucciones. Jesús no había pretendido que se dedicaran a predicar la restauración de Israel, cosa que muchos judíos esperaban pues estaban en contra de la ocupación romana. Esta predicación de los apóstoles provocó el entusiasmo de la gente. Jesús no les había encargado que echaran demonios ni que curasen enfermos. Pero los discípulos tenían añoranza del éxito que Jesús había tenido al comienzo de su ministerio público cuando curaba enfermos y endemoniados en Galilea, por esto hacen lo posible por recuperar aquella experiencia de éxito.
-         ¿Qué luces me aporta este texto para mi misión diaria?

-          ¿Buscas el éxito en tu misión? ¿Añoras el ser reconocido como alguien importante por los demás en vez de seguir humildemente las huellas del Maestro?

Inma Fabregat

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