“Cuando se aproximaban
a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos,
envía a dos de sus discípulos, diciéndoles: Id al pueblo que está en frente de
vosotros y, no bien entréis en él, encontrareis un pollino atado, sobre el que
no ha montado todavía ningún hombre. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os dice:
¿Por qué hacéis esto? Decid: El Señor lo necesita y lo devolverá enseguida.
Fueron y encontraron el pollino atado junto a una puerta, fuera, en la calle y
lo desataron. Algunos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis
desatando el pollino? Ellos les contestaron según les había dicho Jesús, y les
dejaron.
Traen el pollino ante
Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él. Muchos extendieron sus
mantos por el camino; otros, follaje cortado en los campos. Los que iban
delante y los que seguían gritaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre
del Señor! ¡Bendito el reino que viene de nuestro padre David! ¡Hosanna en las
alturas!Y entró en Jerusalén en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los doce para Betania”
Comentario
y pistas para la oración
La manera
como Jesús se hace con el pollino tal vez sea un hecho sobrenatural, pero
también es posible que Jesús hubiese quedado de acuerdo de antemano con el
dueño del pollino. Dato que el texto no nos da.
El texto es
un gesto simbólico de Jesús, es su entrada mesiánica en Jerusalén. La escena
reproduce textos del Antiguo Testamento que tienen que ver con la profecía del
Mesías y con la entronización de un rey. El grito de los presentes pertenece a
palabras del Salmo 118 que era bien conocido en la época.
Jesús es el
Mesías, pero no un mesías victorioso sino humilde, como dice el texto de
Zacarías al cual la escena se refiere. Si hubiese querido dar muestras de
grandeza seguramente habría entrado montado en un caballo, no en un asno. El
caballo era utilizado por los ricos.
Como buen
judío, después de su entrada en Jerusalén se dirige directamente al templo, era
lo que todos los peregrinos hacían. Este viaje a Jerusalén corresponde a la
práctica judía de la peregrinación al
templo por la fiesta de Pascua. Cualquier judío observante hubiera hecho este
viaje.
En el texto
se dice que Jesús observó todo al entrar en el templo y que después volvió a
Betania. Este “observarlo todo” prepara la escena de la expulsión de los
mercaderes.
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Hazte
presente a la escena, contémplalo todo: la gente que aclama a Jesús, contempla
a Jesús mismo ¿Por qué ha decidido entrar en Jerusalén montado en un asno? ¿Por
qué la gente lo aclama? Seguramente Jesús era alguien importante en le época,
muy conocido. Un personaje que causaba polémica: rechazado por escribas y
fariseos, admirado por el pueblo humilde.
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Medita
sobre el mesianismo de Jesús. Jesús escogió para sí mismo un mesianismo de
humildad, no de grandiosidad.
Inma Fabregat
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