“Llegan a Jerusalén y entrando en el
templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el
templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de
palomas, y no permitía que nadie transportase cosas por el templo. Y les
enseñaba diciéndoles: ¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todas
las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos!
Se enteraron de esto los sumos
sacerdotes y los escribas, y buscaban cómo podrían matarle; porque le tenían
miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina. Y al atardecer salía
fuera de la cuidad”
Comentario
y pistas para la oración
Ante la
situación del Templo Jesús reacciona con violencia, hecho insólito, pues en
todo el evangelio ésta es la única vez que vemos a Jesús en actitudes
violentas, lo que quiere decir es que la situación del Templo era realmente
penosa desde el punto de vista de la fe y que además esto era muy importante
para Jesús.
El templo se
había convertido en un lugar de negocio para la clase aristocrática del país,
que estaba constituida por los Sumos Sacerdotes y escribas del Templo. Eran
ellos que se beneficiaban de la venta de animales para el sacrificio y de los
cambios de monedas, ya que el Templo tenía una moneda especial que no estaba en
curso. Las monedas que se solían utilizar eran las del imperio romano, o bien
moneda griega.
Jesús se da
cuenta de esto, y también del que el culto se ha convertido en algo pomposo
pero vacío. Por eso pronuncia esas frases sobre el verdadero sentido del
Templo: ser lugar de oración, es decir de encuentro con Yahvéh, no lugar de
negocio.
Después de
este gesto de Jesús los escribas y los sacerdotes buscan la manera de eliminar
a Jesús porque han entendido que su gesto no iba contra los mercaderes, sino
directamente contra ellos, que al fin eran los que se enriquecían y llevaban
todos los hilos conductores del Templo.
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Imagínate
a Jesús tumbando las mesas de los cambistas y de los vendedores del Templo.
¿Cuáles serían sus sentimientos?
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Crees
que Jesús podría tener miedo a las consecuencias de este acto ¿tendría miedo a
los Sumos Sacerdotes?
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Imagínate
presente en la escena, contemplándolo todo ¿qué sentimientos se crean en ti?
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¿Qué
te dice este pasaje para tu vida diaria? ¿Te dejas tú llevar por el miedo o la comodidad
antes de responder a las llamadas que el Señor te hace?
Inma Fabregat
Me queda muy claro que Jesús no era sacerdote ni guardia del Templo. Pero ese Templo era la casa de su Padre. Por eso se hizo un látigo con cuerdas y los echó fuera a todos. Saludos.
ResponderEliminarEl problema era el rey Herodes el Grande que había permitido vender los animales en la explanada del templo. Antiguamente esto se hacía fuera. Era para enrriquecerse. Por eso Jesús se indigna.El templo se había convertido en un negocio para enrriquecerse.
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